MAYORES ABOGACÍA, FRIEDRICH, ROMANTICISMO

I. Como en el desarrollo de todo movimiento artístico,  durante el Romanticismo hubo una rebelión contra los dictados de la razón, que durante el siglo XVIII, llamado siglo de las luces, habían dominado el panorama cultural y artístico. Los románticos surgieron como una contraposición al movimiento intelectual de la Ilustración y su expresión artística por medio del Neoclasicismo, pues consideraban que eran una forma de coartar la creatividad y la libertad expresiva.

Son características de este movimiento: la exaltación de los sentimientos; la subjetividad; la originalidad como un criterio de valoración artística; la sublimidad frente a la idea de la belleza clásica y así encontrar la belleza en lo más terrible e incómodo, en aquello que no es agradable; una fuerte nostalgia hacia un pasado idealizado, visto como un tiempo mejor; un fuerte idealismo; la muerte; interés por el paisaje…

El paisaje es un elemento que no puede faltar en el Romanticismo. Sus escritores, pintores y músicos recurren a él por dos caminos:

– un esfuerzo por saldar la distancia entre el ser humano y la naturaleza, distancia motivada por los cambios socio-económicos;

– convertir al paisaje en una metáfora del mundo interior de la persona.

Ambas formas son ataques contra el racionalismo neoclásico, que en la mayoría de sus composiciones prefería escenas interiores y sobrias, con tal de conseguir que el espectador centrara su atención en el mensaje expuesto en la obra y no se distrajera con elementos paisajísticos.

II. Entre los pintores  admiro a Caspar David Friedrich ( Alemania, 1774-1840), por las circunstancias de su vida, por saber trascenderla y por su enorme sensibilidad para reflejar todo ello sutilmente en sus pinturas.

No tuvo infancia feliz y aunque conoció el éxito, murió olvidado y desprestigiado por un mundo cruel y hostil al que ya no le interesaba su obra.

Parecía bastante atraído con la idea de ver y experimentar la naturaleza en lugares aislados y maravillosos y que, tal experimentación, debía hacerse en soledad.

No pintaba paisajes sin más. Les imprimía sentimiento. Sus paisajes son una proyección del espíritu humano.

Hombre profundamente creyente, no sólo plasmó la importancia de la naturaleza en su vida, que la usaba para alzar la voz y , de algún modo, la manera de encontrar el equilibrio; y la romántica idea del ser humano frente a esa enorme fuerza y la inmensidad de la Tierra. En sus pinturas hay un profundo mensaje espiritual y religioso…, y por supuesto su personalidad, marcada fuertemente por sus vivencias, transpira con claridad  en toda su obra.

Las dificultades que sufrió Friedrich estuvieron más relacionadas con lo personal que con lo económico. Con tan solo siete años perdió a su madre, un año después a su hermana Elisabeth, al poco tiempo,  a su hermana María. Pero lo que más lo marcó, parece ser que ocurrió cundo contaba con trece años y su hermano Johann Christoffer murió ahogado, al apresurarse a salvarlo a él de caer en el agua helada, bajo el hielo sobre el que patinaban. Dramática experiencia que le hizo sentir responsable de la muerte de su hermano y que le acompañó toda la vida, plasmándolo en su pintura. A pesar de sus hermosos paisajes, buena parte de su obra emana tristeza.

III. Fue en 1808 cuando Friedrich se hizo realmente conocido con la obra «Cruz en la montaña», un óleo sobre lienzo que levantó mucha polémica; siendo la controversia la mejor publicidad para el pintor.

Un Crucificado visto a lo lejos. La presencia de la montaña, los árboles y los rayos del sol se llevan toda la atención al observar la obra. Eso no gustó a todos, porque ni Cristo, ni su Cruz son los elementos más destacados.

No obstante, esta polémica lo convirtió, en parte, en foco de atención. Con lo que su obra fue ampliamente comentada y le dio la opción de ser reconocido a partir de ese momento.

IV. Aunque sus pinturas más famosas pueden ser «Monje en la orilla del mar» y «Abadía en el robledal», me quedo con «El caminante sobre el mar de nubes»  que data del año 1818. Representa a un viajero, al que se ha identificado con el propio artista.

Se encuentra de pie, en lo alto de una montaña elevada, mirando un mar de nubes que queda por debajo. El viajero se encuentra de espaldas. Viste de negro. Adelanta una pierna y se apoya en un bastón. Se pueden ver los picos de otras montañas saliendo entre la niebla, mientras que una cadena de enormes montañas ocupa el fondo. La gran extensión del cielo por encima de las alturas de las montañas del fondo cubre gran parte del cuadro. El paisaje que aparece en la obra es de la Suiza de Sajonia.

Simplemente, embelesa. Además de belleza, transmite tranquilidad de mente y de espíritu. Permite entrar en el interior del mundo pintado

El estilo del cuadro logra un sentimiento de misterio, propio del Romanticismo. No se trata de un solo paisaje, sino que tiene un contenido simbólico:

1º. El caminante de espaldas.

El artista impide que podamos verle la cara, convirtiéndolo en un personaje anónimo. Pero cumple una importante función como figura de identificación, es decir, cualquiera que observe la pintura puede ser el personaje y la naturaleza serviría de proyección a los sentimientos del espectador.

2º. El caminante en el centro de la pintura.

El hecho de que el personaje se encuentre en el centro de la pintura, indica una posición de dominación. Sin embargo, al llevar un bastón, apunta a cierta debilidad frente a la naturaleza grandiosa.

3º. El caminante se encuentra sin compañía.

Lo que vendría a indicar el aislamiento y soledad del personaje.

4º. Interpretación espiritual y religiosa.

El caminante simbolizaría al ser humano que concibe su vida terrena (la montaña del primer plano) como un preludio a la vida eterna (el mar de nubes como fondo).  Para él, la naturaleza era ante todo una expresión de la más profunda espiritualidad. Friedrich era profundamente creyente.

 

David d’Angers, escultor contemporáneo suyo, es el que mejor describió sus paisajes: «… es el único pintor de paisajes que ha tenido el poder de remover las facultades del alma, el que realmente creó un nuevo género: la tragedia del paisaje».

 



 

La autora sólo autoriza la reproducción de sus artículos de dos modos: señalando el título y su autoría, o bien, señalando un link que lleve al lector al artículo original del blog Abogado del Mayor.

 

Margarita Mª Serrano Secilla  Letrada colegiada nº 2.786 ICA Córdoba

Creadora de Mayores Abogacía: Despacho Especializado en Protección Jurídica del Mayor

Discapacidades

Mediación  Familiar  y  Mediación En Atención y Largos Cuidados

Teléfono: 672 13 07 46

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Margarita Serrano
Margarita Serrano
Soy abogado especializado en protección jurídica y ayuda a la persona mayor, dirijo el despacho Mayores Abogacía y les doy la bienvenida a este espacio en el que hablaremos de casos como el suyo y de muy diversos temas relacionados con sus intereses más directos.

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