PAUTAS DE ATENCIÓN AL CLIENTE (II)

ANÁLISIS DEL PROBLEMA JURÍDICO

El proceso de análisis jurídico se basa también en los pasos mencionados en el artículo relativo al análisis emocional del problema que se plantea, pero tiene una estructura interna más compleja:

A) Descripción  del problema jurídico.

Describe las causas del enfrentamiento que causan el conflicto:

– Delimita la naturaleza jurisdiccional del problema: civil, penal, laboral, contencioso-administrativo… Muchas veces un asunto tiene implicaciones en varias jurisdicciones.

– Describe jurídicamente el tipo de asunto: reclamación de cantidad, lesiones por agresión, divorcio, impugnación, sanción de trafico…

– Busca en la Jurisprudencia los requisitos esenciales de este tipo de asuntos y aplícalos a tu caso concreto. Obtendrás muchísima información tanto de las normas aplicables, como los hechos relevantes para que te den la razón.

– Obtén la información del cliente.

Una vez tengas claros los requisitos jurídicos del asunto, te será más fácil encauzar la información que te facilite el cliente. Recuerda que no es abogado y no sabe que hechos tienen trascendencia jurídica y cuales no. Te contará lo intrascendente y omitirá lo importante. Tu misión como letrado consiste en darle las pautas o los criterios jurídicos del asunto, para que él mismo pueda seleccionar la información. Incluso contarte hechos nuevos relevantes que reviven en la memoria del cliente, gracias a tus criterios jurídicos de selección. Pero ten presente que si quieres fomentar esa colaboración de tu cliente, has de tener paciencia cuando cuente algo irrelevante o dejará de hacerlo.

B) Platea las diferentes soluciones.

Separa los elementos que componen el problema jurídico, en atención a los requisitos de la jurisprudencia, define:

1) La pretensión del cliente.

2) Las partes que han de intervenir en el asunto y la cualidad o condición en la que han de intervenir cada una.

3) La responsabilidad que le incumbe a cada parte y si es imprescindible o no en el asunto.

4) Concreta la posibilidad de otros cauces o procesos para tramitar el asunto, por ejemplo una mediación, que evitará el proceso.

5) Si sólo cabe el proceso judicial, define la acción y los elementos esenciales para su estimación: requisitos de la demanda o reconvención etc.

6) Concreta la prueba: qué elementos esenciales tendrán que acreditarse para que el asunto prospere, analizando también los límites temporales de la pretensión como son la prescripción y la caducidad.

7) Determina los costes del asunto.

Concreta la cuantía de la pretensión, la prudencia en este punto evitará futuros disgustos.

Haz el presupuesto con los costes del proceso y de los profesionales que intervienen: abogado y procurador, peritos, notarías, registros, tasas judiciales, depósitos judiciales, etc.

Este punto es esencial a la hora de elegir la solución más adecuada.

C) Decisión.

 Ayuda a tu cliente a elegir la solución más adecuada, como ya hemos visto en la primera parte de esta publicación, la mejor forma de disolver las emociones es analizar objetivamente el problema con tu cliente y buscar juntos las mejores soluciones.

  1. Repasa con el cliente los hechos del problema.
  2. Define con él, el origen y la causa del problema.
  3. Asegúrate de comprender las necesidades del cliente. ¿Qué consideraría él un resultado exitoso de su problema?
  4. Plantéale el análisis jurídico haciéndole ver qué circunstancias de hecho se tendrían que producir en cada caso, para obtener el resultado exitoso.
  5. Analiza con tu cliente las consecuencias que tendrán las distintas soluciones propuestas, desde punto de vista del coste de cada solución.
  6. Usa la técnica Minuto a minuto: Pon en el pie de un folio el “resultado exitoso del problema” y ve añadiendo, hacia arriba, cada uno de los pasos y circunstancias que se tendrían que producir para lograrlos, hasta llegar al momento actual. Esto te ayudará a analizar los argumentos del contrario y podrás buscar con antelación, la argumentación más eficaz para rebatirlos y prever su prueba.

Estos pasos son fundamentales, en la atención a tu cliente unas veces se concluirá pronto, y otras no tan pronto. Dedícale el tiempo necesario y no sigas adelante si la pretensión no tiene causa o muy pocas posibilidades de defensa. Para buscar alternativas y posibles soluciones, es conveniente ser creativo. Desde no hacer nada y esperar a ser demandado para, en su caso, plantear reconvención; hasta plantear la mediación como alternativa negociada al conflicto. Recuerda que el Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.


La autora sólo autoriza la reproducción de sus artículos de dos modos: señalando el título y su autoría, o bien, señalando un link que lleve al lector al artículo original del blog Abogado del Mayor. 



Próximamente: Tu primer juicio.

Margarita Serrano
Margarita Serrano
Soy abogado especializado en protección jurídica y ayuda a la persona mayor, dirijo el despacho Mayores Abogacía y les doy la bienvenida a este espacio en el que hablaremos de casos como el suyo y de muy diversos temas relacionados con sus intereses más directos.

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