Margarita Serrano
a las
«Hasta hace poco mi padre de 84 años vivía de manera independiente en su casa , pero ya no puede atenderse él solo y el médico dice que presenta demencia senil leve, por lo que mis hermanos y yo vamos rotando en sus cuidados y pasa temporadas con cada uno de nosotros.
Durante el último período de tiempo que tenía que estar con uno de mis hermanos, lo ha llevado a una residencia sin consultarnos nada y cuando hemos ido a recogerlo nos han dicho que necesitamos la autorización de la persona que lo ha ingresado. Mi padre está muy desmejorado y no quiere estar allí, cuando lo visitamos piensa que vamos a recogerlo y luego al marcharnos lo pasa mal. Mi hermano no autoriza la salida y además los recibos de la estancia en la residencia los paga con los ahorros que tiene mi padre en su cuenta, a pesar de que él dice claramente cuando lo vemos que no quiere estar allí, que quiere irse al pueblo. Lleva tres meses ingresado en el centro, está muy delgado y alicaído y no sabemos qué hacer.»
I. Este tipo de consulta es muy normal, la que más se repite hasta ahora. Se atiende con prioridad.
Lo más importante: NADIE PUEDE INGRESAR EN UNA RESIDENCIA EN CONTRA DE SU VOLUNTAD.
II. Existen dos tipos de ingresos:
–voluntario, hace referencia a la persona que libremente decide estar en un centro residencial y en ello no hay ningún problema jurídico;
–involuntario, la persona no ingresa libremente.
El ingreso involuntario sólo puede producirse cuando lo autoriza el juez, tras un meticuloso procedimiento en el que analiza las causas por las que se pretende ingresar a esa persona. No es fácil que lo autorice como no haya una causa de gran necesidad en ello.
III. Si su padre no quiere estar en la residencia, sáquelo de allí cuanto antes, puede tratarse de un ingreso ilegal que implica responsabilidades civiles y penales.
En estos supuestos, normalmente es la persona mayor la que firma su propio ingreso, sin saber lo que está aceptando y lo suele hacer a instancia de quien lo quiere ingresar, que aprovecha la relación de confianza o familiar que suele haber entre ambos y el estado senil de la persona mayor. Cuando tiene períodos de lucidez se da cuenta perfectamente de lo que ha pasado. Es terrible y ocurre con frecuencia.
IV. Protocolo de actuación ante un ingreso ilegal de persona mayor en residencia:
1-Hablar con el director de la residencia para que le explique los detalles del ingreso, así sabrá qué procedimiento ha seguido para realizarlo.
2-Pedirle copia del contrato.
3-Pedirle que gestione rápidamente la salida de su padre del centro, con o sin autorización de la persona que lo haya ingresado y que le entregue la hoja de salida.
4-Revise las pertenencias de su padre y constate que no le falta nada.
5-Realice una revisión médica a su padre y que quede constancia de su estado de salud en el informe médico.
6-Denuncie aportando copia de los documentos anteriores (contrato, hoja de salida, informe médico y cualquier otro que estime conveniente) y un escrito que relate los hechos. Puede denunciar en la policía, fiscalía o juzgado.
VII. Puede ocurrir que en el centro residencial se nieguen a sus requerimientos, en ese caso denuncie con un único escrito de los hechos ocurridos, sin presentar ningún otro documento, igualmente se abrirán diligencias de investigación rápidamente.
Existe jurisprudencia muy clara en torno a este tema, le remitimos a una publicación anterior, http://mayoresabogacia.com/sentencia-del-tribunal-constitucional-de-8-de-abril-de-2016/
«Ninguno cree que hace mal si los demás no juzgan que lo hace»
Juan Luis Vives
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