I. ¡¡CUIDADO!! con el llamado «cuestionario médico» o «test médico» que se realiza al contratar un seguro de vida.
De él depende el futuro cobro del capital asegurado y genera toda la problemática que hace tener que recurrir a un abogado. Varios mayores han venido a la oficina últimamente con estos asuntos.
Este cuestionario previo a contratar un seguro de vida no es obligatorio, pero necesario. La Ley de Contrato de Seguro, ofrece a la aseguradora la posibilidad de realizarlo, para conocer el estado de salud del asegurado, cuando en su artículo 10 dice: «el tomador del seguro tiene el deber, antes de la conclusión del contrato, de declarar al asegurador, de acuerdo con el cuestionario a que este le someta, todas las circunstancias por él conocidas que puedan influir en la valoración del riesgo».
Las aseguradoras no dejan de ser empresas con ánimo de lucro y no suelen objetar ningún impedimento a la contratación. Posteriormente, llegado el momento del cobro de la indemnización es habitual el impago.
¿Qué se puede hacer? Estar bien informados antes de suscribir el contrato, para diseñar una estrategia especialmente enfocada a evitar las malas prácticas que en ocasiones llevan a cabo algunas aseguradoras.
II. Cada vez es más frecuente que los más mayores decidan contratar un seguro de vida como medida de protección económica y patrimonial.
Se trata de una inversión que hay que realizar con algunos conocimientos previos para que no surja ningún problema más adelante.
En caso de que haya que solicitar el pago del capital asegurado, la compañía mirará si está obligada a ello o si hay algún defecto que la exima, y, si bien al firmar el seguro no investigó las declaraciones de salud que hizo el asegurado porque su mayor interés eran en aquel momento cobrar las pólizas; en el momento que acaece el siniestro, lo va a hacer, en este caso para no abonar la indemnización.
III. Consejos:
–Consultar con un profesional antes de tomar el seguro.
–Estar al día en el abono de las primas.