TIEMPOS Y ATENCIONES

I. «Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:

un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar; un tiempo para matar, y un tiempo para sanar; un tiempo para destruir, y un tiempo para construir; un tiempo para llorar, y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto; un tiempo para esparcir piedras, y un tiempo para recogerlas; un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse; un tiempo para intentar, y un tiempo para desistir; un tiempo para guardar, y un tiempo para desechar; un tiempo para rasgar, y un tiempo para coser; un tiempo para callar, y un tiempo para hablar; un tiempo para amar, y un tiempo para odiar; un tiempo para la guerra, y un tiempo para la paz.»

No es mío, pertenece a un antiguo y bello libro de enseñanzas. De nada sirve afanarse, todo está previsto y sólo cabe aceptar con humildad, que no es más que una especie de pudor del orgullo. Igual que la prosperidad no existe sin temores ni disgustos, tampoco la adversidad sin consuelos y esperanzas.

II. Me ocupa un asunto complicado, con aspectos que me están costando coordinar para encontrar una solución legal a la situación que vive una persona.

Estudiando sentencias de casos parecidos para profundizar, no lograba llegar a conclusiones útiles para redactar una demanda y defenderla en juicio sin dejar algún cabo suelto. No hay nada que me moleste tanto como no saber hacer algo, ni que me haga sentir mejor que aprenderlo. Tenía guardado un artículo sobre ingresos involuntarios en residencias, que había leído hacía tiempo y me pareció bastante bueno; al pie del texto el autor había dejado una dirección de correo. Lo pensé y escribí, cuidando mi expresión y palabras, porque el estilo literario del artículo en cuestión era impecable y quería estar a la altura.  Me presenté y pedí orientación en el caso que exponía. Pulsé «enviar» rápidamente por si me arrepentía, que ya no tuviese remedio.

No tardó la respuesta.

«Estimada Margarita:
Como sabe, los miembros de la Carrera Judicial, no podemos asesorar, y así nos lo impone la Ley Orgánica del Poder Judicial.
No obstante, el asunto que plantea….. (aquí me da una amplia explicación con todo detalle, incluidos artículos y jurisprudencia del Alto Tribunal)
Espero haya podido ser de su interés cuanto le aporto.
Actualmente mi destino lo es en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, en …. (omito la provincia), Sala de lo Civil y Penal, y soy Presidente de la Sección de Apelación Penal.
Un cordial saludo.»
Nunca pude imaginar quién iba a darle la dirección más correcta a mi asunto, y es que un solo acto de arrojo puede alterar el concepto de lo posible. Preguntar para avanzar.
Muy agradecida por ese tiempo de atención.
III. En Mayores seguimos trabajando; atendemos por teléfono y por correo.
Realizaremos gestiones y trámites sin compromiso económico a aquellas personas que acrediten una necesidad de asistencia legal que no puedan afrontar debidamente, a causa de este tiempo….

La autora sólo autoriza la reproducción de sus artículos de dos modos: señalando el título y su autoría, o bien, señalando un link que lleve al lector al artículo original del blog Abogado del Mayor.  

Margarita Serrano
Margarita Serrano
Soy abogado especializado en protección jurídica y ayuda a la persona mayor, dirijo el despacho Mayores Abogacía y les doy la bienvenida a este espacio en el que hablaremos de casos como el suyo y de muy diversos temas relacionados con sus intereses más directos.

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